La literatura vanguardista y neovanguardista
Introducción
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Actividad 2

Aprende sobre la literatura de vanguardias y neovanguardias.

Pese a la existencia de los manifiestos (ausentes en algunas vanguardias), puede llegar a ser difícil asegurar que tal o cual texto es, con certeza, un representante de tal o cual movimiento. El motivo es, tal vez, que incluso en aquellos casos en los que los autores se declararon miembros de una vanguardia específica, el carácter por excelencia de las vanguardias es el de innovación y experimentación, incluso dentro de sus mismos postulados.

La literatura de vanguardia, en América Latina, guardó, en ocasiones, una estrecha relación con el continente europeo, pero siempre se caracterizó por la búsqueda de una voz propia. Los autores vanguardistas se preocuparon por la realidad del continente, al tiempo que se ocupaban en ahondar en el perfeccionamiento de su arte. Para algunos, la poesía y la narrativa fueron espacios de denuncia. Borges, por ejemplo, consideró que la literatura tenía una fuerte carga moral; Neruda llegó, incluso, a militar desde su poesía.

La identidad latinoamericana se tuvo entonces como una preocupación casi general, con algunas excepciones, y se hizo particularmente evidente en propuestas como la del movimiento antropófago.

En general, las vanguardias rompieron con los modelos dejados por el modernismo latinoamericano, siendo consecuentes con la ruptura que tuvo Europa con el parnasianismo y el simbolismo. Algunos poetas llevaron el lenguaje a estados experimentales extremos, jugando con las formas, la música, los significados, rompiendo con la gramática y la puntuación tradicional del lenguaje.

Uno de los principales rasgos de la literatura vanguardista es el ars poetica. El oficio del poeta fue una preocupación constante entre los escritores de vanguardias; en Borges se ve la misma preocupación desde la narrativa. Hubo incertidumbre frente a la originalidad, frente a la existencia, frente a todo lo que pareciera certeza. Además, la literatura se ocupó de la sociedad en la que vivía, del mundo moderno, de la identidad latinoamericana y de la intertextualidad de la literatura, del arte, en general.

El género por excelencia de la vanguardia fue la poesía, debido a las posibilidades experimentales que se abrían en el universo del poema. Sin embargo, también hubo producción narrativa, que reflejó las preocupaciones de los autores a partir de discursos más extensos que el poema; y el ensayo, en el que se abrió el espacio para que los autores plasmaran sus ideas sobre teoría literaria y poética. Octavio Paz fue uno de los autores que sobresalió tanto en poesía como en ensayo.

Algunos autores, como César Vallejo y Pablo Neruda, no tuvieron clara filiación con movimiento alguno, pero su obra es ciertamente vanguardista por la exploración en forma y fondo.